José Luis de Valero no es ningún delincuente, no tiene ningún tipo de antecedentes penales, es una persona de bien, fiel a sus valores y principios. Un hombre de los pies a la cabeza que ha tenido la valentía que pocos tienen, de denunciar en su blog las tropelías e injusticias que se cometen en España.
José Luis entrará y saldrá del centro penitenciario con la cabeza bien alta, porque es, ha sido y será siempre una persona libre, mientras otros miserables siempre serán prisioneros de sus vergüenzas, sus corruptelas y de sus jefes políticos.
Con su entrada en prisión, nos arrancan un pedazo de libertad a todos los que tenemos un blog o publicamos habitualmente en las distintas redes sociales, pero lo que es seguro es que no nos van a poder callar a todos, porque por mucho que lo intenten, siempre habrá alguien dispuesto a recoger el testigo.
En la España actual se puede estafar impunemente a un montón de españolitos que se han dejado aconsejar por los directores de los bancos y han depositado sus ahorros en un producto llamado "Preferentes", tener millones de euros conseguidos de forma ilícita en paraísos fiscales (Barcenas, Urdangarin etc. etc.); invadir fincas privadas, robar en grandes superficies (Gordillo y CIA.), trincar, a manos llenas, (Familia Pujol, ERES, UGT, CCOO etc.), avisar a terroristas de ETA para que no sean detenidos (Chivatazo Faisán); se puede uno pasar por el forro de los (00) las sentencias judiciales (Generalidad de Cataluña), matar o secuestrar (Bolinaga, De Juana Chaos etc. etc.), amenazar de muerte a un juez en un juzgado, manifestarse a favor de la ETA, homenajear impunemente a los terroristas, quemar banderas de España o amenazar con cortar el cuello al Rey..., y, sin embargo, seguir libremente por la calle, pero como seas un bloguero mas o menos conocido y se te ocurra criticar con dureza las sentencias de algún que otro juez, ya te puedes dar por jodido.
José Luis, quiero que sepas que estoy a tu entera disposición y a la de tu familia para todo lo que necesitéis.
Un fuerte abrazo y ¡VIVA LA GUARDIA CIVIL!
Correcto, ¿es éste el definitivo que podemos copiar y colgar por todos los blogs?. Confirmalo y ya estamos en marcha.
ResponderEliminarEl Lunes lo tenemos encima y no creo que consigamos parar nada, ahora bien ponernos el traje de mosca cojonera, por supuesto.
Un preso es un preso político cuando su encarcelamiento y condena vienen en contra de la Convención Europea de Derechos Humanos y de las garantías fundamentales, en particular la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión, la libertad de expresión y de información, la libertad de reunión y la libertad de asociación,cuando la detención ocurrió por razones puramente políticas, no relacionadas con un delito, cuando la duración del encarcelamiento o las condiciones carcelarias por razones políticas evidentemente no están proporcionadas al delito, si la persona está en prisión por razones políticas en forma discriminatoria en comparación con otras personas o si la detención es el resultado de procesos claramente injustos y parece estar relacionada con razones políticas del gobierno. A su vez hay excepciones a esta regla. Una persona también puede ser un preso político, cuando por parte de las autoridades había un motivo político para encarcelar a la persona y si la sentencia fue totalmente desproporcionada en relación con el delito o el procedimiento claramente injusto.”
ResponderEliminarPor petición expresa de José Luis, no debemos de hacer nada hasta el lunes que además de ser el día de su ingreso, es el día en que tendrá existencia letrada.
ResponderEliminarEl mismo lunes publicaremos una nota de José Luis y seguiremos los pasos que el nos indique.
Lo mas importante en este momento es no perjudicarlo.
Estaremos en contacto.
Un fuerte abrazo.
¡Esto es increíble! ¡VIVA LA GUARDIA CIVIL!
ResponderEliminarHasta las peñas de Soba, maldicen..-
ResponderEliminarPOR MI QUE SE VAYAN TODOS A HACER PUÑETAS-
ResponderEliminarCuando vea a un juez recoger colillas en el patio de una prisión, en ese momento creeré en la independencia de la justicia española. Hasta entonces, toga y polvo del camino.
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