La opinión de CARLOS CC. No a la guerra solamente cuando gobierna el PP. Cuando desgobierna el PSOE, nos importan un carajo todas las guerras.

A ninguna persona medianamente normal le gusta que su nación participe en ninguna guerra, pero desgraciadamente hay guerras que son inevitables y la guerra contra el Isis es una de ellas. Es una cuestión de supervivencia, o ellos o nosotros.

No ha sido Europa la que ha declarado la guerra a nadie, ha sido el llamado estado islámico el que ha declarado la guerra a todos los ciudadanos del mundo que no piensan como ellos y el mundo entero tiene el derecho y la obligación de defenderse con todos los medios a su alcance como ya ocurrió en la guerra contra Adolf Hitler.

En estos días estamos leyendo y escuchando a muchos miembros de la extrema izquierda afirmar que la única solución es el dialogo, y yo me pregunto: ¿hay alguna persona con algo de sentido común, que se pueda creer que se puede dialogar con estos descerebrados que son capaces de cortar la cabeza a cientos de niños simplemente porque son cristianos, quemar vivas o decapitar a miles de personas porque no piensan como ellos, o poner una bomba en cualquier lugar con la única intención de asesinar al mayor número de personas posible, sin importar su edad, nacionalidad e incluso su religión?. Sinceramente pienso que no.

Para que nos vamos a engañar, una vez mas, la izquierda y los titiriteros, han visto la posibilidad de desgastar al Gobierno de cara a las elecciones, desempolvando miserablemente las pancartas del "no a la guerra", los mismos que rodearon las sedes del PP después del 11M, los que no respiraron cuando Felipe González envió en 1.991 a la guerra del Golfo a soldados de remplazo. Son los mismos que no han movido ni un solo dedo, ni se han manisfestado en contra de las distintas guerras que hay en el mundo como la de Ucrania, Sudán, Nigeria, Somalía o el Congo por poner unos ejemplos.  Los mismos indeseables que callan cuando Maduro anuncia que si pierde las elecciones movilizará al ejercito para no perder el poder o cuando Putín decide de forma unilateral bombardear Siria,  los que admiran a Fidel Castro, Stalin o al Che Guevara.  Los que cobran de Irán y callan cuando se asesina a homosexuales por el mero hecho de serlo, los que no dicen, ni hacen nada cuando se apedrea hasta la muerte a las mujeres que tanto dicen defender y los mismos que miserablemente quieren sacar rendimiento político de los atentados terroristas.