Soy de los que piensan que en temas de justicia simplemente hay que aplicar el sentido común y este nos dice que los terroristas de ETA, ratas asquerosas, asesinos sin escrúpulos, no pueden ni deben estar en la calle ni un solo segundo por ser los responsables de casi 1000 muertos y de miles de heridos, que se tienen que pudrir en la cárcel lo diga quien lo diga, ya sea un juzgado de España, el Tribunal Supremo, Estrasburgo o la madre que parió a cada uno de los jueces que forman ese tribunal mal-llamado "Tribunal de Derechos Humanos".
¿Derechos humanos de quién?
Siempre he estado, estoy y estaré con las victimas del terrorismo, con sus familiares y seres queridos, a favor de la "cadena perpetua", revisable después de cumplir un mínimo de 30 años de cárcel, a favor del cumplimiento integro de las penas y en contra de cualquier tipo de concesión política o penitenciaria a los criminales de la banda terrorista ETA.
Para mi es tan asesino, pero mas cobarde todavía, el que da la información, alquila un piso franco, traslada las armas o los explosivos, financia la operación o hace la vista gorda, que el que pone la bomba o pega el tiro por la espalda.
Quiero mostrar mi reconocimiento y mi apoyo a todos y cada uno de los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado que se han dejado o jugado la vida en defensa de la libertad y del bienestar de todos los españoles.
Mi solidaridad también con las miles de familias que tuvieron que abandonar su tierra por las amenazas de la banda. Estas personas son las autenticas represaliadas en el País Vasco y no los terroristas como nos quieren hacer creer los miserables malnacidos de turno. Un abrazo para todos ellos y para sus seres queridos y amigos.
Una rata siempre será una rata, esté metida en una jaula, en una alcantarilla o paseando por la calle en compañía de otros de su misma especie.
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