Manolín Preciado descansa en paz.

                                                            Descansa en paz amigo.

La vida no ha sido justa contigo Manolín, la desgracia se ha cebado contigo y te ha ido arrancando el corazón poco a poco, pedazo a pedazo. 

Después de perder en el año 2.002 a Puri, tu mujer, a los 45 años, después de una larga y terrible enfermedad (cáncer de piel), dos años después cuando empezabas a recuperarte muere en un desgraciado accidente de moto Raúl, tu hijo pequeño, y por si esto fuera poco el año pasado falleció tu padre victima de un accidente cuando estaba ayudando a un vecino a arrancar su coche que se había quedado sin batería, resbaló y el coche le aplastó. 

En octubre del año pasado te volviste a casar en Gijón con Arancha y todo indicaba que habías vuelto a encontrar la estabilidad tanto emocional como profesional. Poco dura la alegría en casa del pobre. 
Ayer, cuando estabas disfrutando de unas merecidas vacaciones y cuando afrontabas con mucha ilusión otro nuevo reto profesional en el Villareal, tu corazón dijo basta.
Lo único positivo de esta terrible tragedia es que ya has dejado de sufrir porque tu no te merecías tanto sufrimiento. 
Para los que tuvimos el honor de ser sus amigos desde niños nos quedará el recuerdo de los grandes momentos que hemos vivido contigo, el recuerdo de un tío con 2 (00), querido por todo el mundo, cabal como pocos, muy amigo de sus amigos, que siempre miraba de frente y que ha dejado un vacío imposible de llenar.

Carlos C. Costales.