Ayer, nuevamente cambie mis planes de escritura, la prensa y la televisión, me dieron un buen palo, vi a milicianos rotos en una guerra que creemos que no es nuestra. Esta guerra aunque en Libia se encuentre, no es de un país, es universal, pues es de libertad y de lesa humanidad, vi en las noticias un camión y su remolque lleno de gente, me fije en sus manos, recordé a otras que nosotros pintamos de blanco, en una manifestación espontánea sobre el derecho a la vida de todos, sus manos al igual que las nuestras iban vacías de armas, corriendo hacia la libertad del matadero, que su ejercito con ellos esta haciendo.
Aquí en occidente, nuestros gobiernos democráticos, que durante años han apoyado al dictador, en la escena del crimen todos se desmarcan, pero entre bambalinas algunos deben ayudar, mandando armas a terceros, que acaban en las manos de Gadafi, que los tiros se acaban rápido si no tienes intendencia, si te cortan los suministros solo te queda sentarte y rendirte, tirarte flores o piedras como mucho.
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