ELEGÍA ESTÓLIDA AL "HÉROE" DEL 11-M

Yo soy, patria, tu aflicción
e, indignado, oigo el concierto,
sin duda, me miró un tuerto,
pues ¡piden mi dimisión!.
Mientras se eleva el pendón
rechazado en las regiones
que aspiran a ser naciones,
turbas “fachas”, tumultuarias,
me gritan lindezas varias
y estar hasta los cojones.


Gritan porque se arruinaron
los que trabajo pidieron,
¡a mí, a quien eligieron
cuando dos veces votaron!;
sin duda no se enteraron
de que en Madrid o Barcelona
soy dueño de la poltrona
para sacarles el jugo,
soy el hacha del verdugo
que, hábil, blande la corona.


Doquiera la mente mía
nombró alguno de mi gleba
allí un chanchullo se eleva
cantando mi villanía;
perfidia, traición, falsía
que al pueblo español inmola
y lo sumerge en la ola
del PNV y de Esquerra,
desde la costa a la sierra
de la geografía española.


Tembló el orbe a mis “histriones”
y delirios de sesera,
cuando inauguré la era
de bajarse pantalones
ante enemigas naciones
que son del mundo la escoria;
con mi histórica memoria
en reabrir la guerra abundo,
soy el mas mendaz del mundo
y la traición es mi gloria.


Siempre haciendo el animal
con terquedad dura y rancia,
hago a España ser de Francia
hazmereir habitual.
Mi estulta expresión facial
asusta hasta a los carneros
mas la alaban, lisonjeros,
esos votantes vasallos
que me votan ¡que carallos!
en especial, los chaperos.


En tiempos, gobernó un hombre,
(recordarlo me da espanto),
que nos hizo sufrir tanto
a los rojos de renombre
que perdonad, no le nombre
por ser de amarga memoria,
hoy yo reescribo la historia
sin el mínimo decoro
y al rojo, al masón y al moro,
los encumbro hasta la gloria.


El, a mi abuelo masón
en cuyo recuerdo abundo,
(único abuelo en el mundo),
lo puso en el paredón;
por eso, no habrá perdón
no dejaré de mentir
hasta poder conseguir
que se llegue a aborrecer
lo que ese hombre logró hacer
con voluntad de servir.


¡Guerra!, debo reavivar
para dar suelta a mi ira
¡guerra! y encender la pira
en la que pienso quemar
lo que pudiera quedar
de fe y patria en esta tierra
hoy mi sectarismo aterra
a los que un día vencieron
más, frente a mí, perecieron
al grito de: ¡no a la guerra!.


Soy, del moro, adulador
hago, con el juez, cohecho
y soy pareja de hecho
del vasco negociador,
del corrupto y del traidor
que nadie me ganará,
ni siquiera empatará
en destrozar lo que hubiere;
todo aquél que libre fuere
al fin se esclavizará.


Estas son mis pretensiones
y si tú ser libre quieres,
mas vale que desesperes
porque no atiendo a razones;
yo no tengo convicciones
con Satán bailo la rumba
y la sesera me zumba
que quien se me opone, yerra
y yo le echaré la tierra
que le sepulte en su tumba.


Con que españoles: ¡temblad!
no quiero oir un murmullo
y de verme a mí en el trullo
despediros, claudicad.
Esta es la única verdad
que existe en el mundo entero
soy astuto y embustero
y los seré hasta la tumba;
¡a ver quién huevos me tumba,!
soy,... Rodriguez Zapatero.