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jueves, 1 de julio de 2010

ESTATUTO CATALAN PARA DUMMIES





Pongamos un edificio de pisos. Existen varias plantas y varias viviendas por planta. En la última planta, la mejor de todas, hay 4 viviendas de las que una es un ático. Es la mejor vivienda de construcción de todo el edificio. Pero el propietario de esa vivienda insulta al resto de vecinos, pone la música a todo volumen de madrugada, ensucia la escalera y el portal, ocupa las plazas de garaje de los demás, roba la correspondencia de todos y agrede a los niños y ancianos que viven en el portal. Es un absoluto macarra. Pero su gran ático no le es suficiente y ha echado abajo los tabiques de sus vecinos de planta para quitarles habitaciones y anexionarlas al suyo. Ha enchufado su electricidad a los demás por lo que disfruta de ella sin pagarla, así como el teléfono, el satélite, la televisión por cable, el ADSL, y el aire acondicionado. No paga comunidad, reforma continuamente la esplendida terraza del ático pero le endosa la factura a la comunidad y además que cada vez que los demás piden una obra de mejora o de mantenimiento en sus plantas o fachadas, el se niega y veta esas obras. En definitiva los demás vecinos tienen que aportar derramas continuamente para pagar las obras que sólo benefician al propietario del ático. De vez en cuando algún vecino se queja o le dice algo en el rellano y el se indigna y contesta con insultos y amenazas. Como la situación dura muchos años, algunos vecinos han decidido denunciarle ante el ayuntamiento y en los juzgados. Pero no todos están de acuerdo. Algunas viviendas pertenecen a amigos del mal vecino que mientras abusa de todos no hace mas que quejarse, y pide que los demás le paguen un chalet porque se siente oprimido en su ático. Pero los amigos del mal vecino, aunque son propietarios de las viviendas no viven alli, tienen alquilados sus pisos y los inquilinos no sólo pagan el alquiler sino también las derramas, la comunidad y todos los gastos, por lo que los propietarios no sufren ninguna desventaja y están la mar de contentos porque alguna vez que otra, éste les invita a unas cañas, así que no quieren denunciarle y se dedican a insultar tambien a todos. Los vecinos mas perjudicados, agredidos y amenazados deciden hablar con el alcalde, pero éste tambien es amigo del mal vecino y vive confortablemente en una gran mansión porque le tocó la loteria. Así que el alcalde no les hace caso aunque el mal vecino incumple casi todas las ordenanzas municipales y tampoco paga ni tasas ni impuestos, y además redacta edictos en los que le favorece continuamente a pesar de ser un moroso, deberle al ayuntamiento y haber llevado a la quiebra con una deuda irreparable a la comunidad. Como són muy muy amigos, el alcalde le concede una subvención que se pagan con los impuestos de todos, le pone una multa a la comunidad y deja al mal vecino que utilice instalaciones del ayuntamiento. En vista de que administrativamente no pueden hacer nada acuden directamente a denunciarle al juzgado. La jueza que les toca tambien es amiga del mal vecino y además su marido es el que ha tirado los tabiques de los propietarios legales, el que ha instalado las tomas de electricidad, gas, telefonía etc para robar los servicios de los demás., Además, el marido de la jueza, ha cursado todas las solicitudes del mal vecino y ha cobrado por todos esos favores ya que el mal vecino es rico por el dinero que se ahorra al no pagar comunidad, ni obras de mejora, ni servicios, ni tasas ni impuestos y recibir la subvención.
En definitiva, la jueza dicta una sentencia en que permite que el mal vecino siga pudiendo abusar de los demás y condena a los miembros de la comunidad a que paguen la hipoteca de un chalet independiente al mal vecino porque considera que lo oprimen.

¿Lo entenderá ya de una vez Leire Pajín? Ah..claro..Se me olvidaba. Pajin es amiga del mal vecino.

3 comentarios:

  1. Estos privilegios de los que gozan los nacionalistas catalanes, y sus presiones para ser mas que los demas, quedaó muy bien reflejado en este artículo que Cesar Vidal colgó en su "Cajon de Sastre".


    ESTATUT
    Tras arduas negociaciones entre mi mujer, el canario y yo, en mi casa –un piso grande con plaza de garaje– se ha decidido por mayoría absoluta pagar menos dinero a la comunidad de propietarios. Es una cantidad que puede venirnos muy bien para instalarnos el aire acondicionado el año que viene. Hemos decidido, además, que la comunidad debe colocar unos buzones más grandes y de color naranja, porque el nuestro de toda la vida se nos ha quedado pequeño y el color gris no nos gusta. También hemos pedido que el portero pase dos veces al día por casa para bajar la basura, pues así no tendremos que hacerlo nosotros. Y estuvimos estudiando la posibilidad de que algún vecino o el propio portero nos preparara la cena, ya que por la noche llegamos muy cansados a casa y nos cuesta muchísimo ponernos a cocinar, pero finalmente lo descartamos porque somos solidarios con el resto de propietarios.

    El pacto fue fácil en estos aspectos, pero dificultoso en otros, como llegar a una denominación más adecuada para nuestra casa. Yo era partidario de llamarla así, casa, sin más, pero mi señora alegó que nuestro hogar era en realidad una comunidad de propietarios. El canario apenas se pronunció, pues estaba en su jaula. Finalmente, después de mucho café y mucha discusión, alcanzamos un acuerdo al filo del amanecer. Nuestro hogar se denomina ahora como deseaba mi mujer, que tiene mucho carácter, y con el tiempo le pediré al alcalde que reconozca que mi piso de 150 metros cuadrados es una comunidad de propietarios con derecho a tener piscina exclusiva, y si para eso hay que cambiar la Ley de Propiedad Horizontal, pues que se cambie.

    Lo malo es que en nuestro edificio hay mucho reaccionario, y me temo que alguno intentará impedir la felicidad que sin duda nos merecemos. El otro día, por ejemplo, uno que vive en el semisótano se atrevió a decirme que no veía motivos para otorgarme tales privilegios y que iba a votar en contra de mi pacto doméstico. Le expliqué que mi mujer y yo no queremos ningún privilegio, sino que se reconozca a través de lo que pedimos que somos más guapos. Pero mi vecino ni siquiera se avino a razones cuando le aclaré que el nuevo estatuto de mi hogar es fruto de la voluntad democrática de mi familia, pues, aunque el canario votó en contra de su aprobación, mi mujer y yo lo hicimos a favor y somos mayoría absoluta. ¿No les parece increíble tanta intolerancia? Mi señora y yo somos unas pobres víctimas.

    Autor: Juan Aparicio Belmonte, Novelista.


    Se puede decir mas alto, pero no mas claro.

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  2. coño con cesar vidal y Juan Aparicio..Pues resulta que he plagiao sin saberlo. En fin, pues nada..parece que muchos pensamos igual. Solo me faltaba una demanda por plagio.

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  3. Simplemente dirán :se lo debemos históricamente,yo la verdad ya me creo que todo es posible en lo que queda de la NACION española,que pena que solo nos una LA BANDERA NACIONAL y estemos en la calle juntos en un mundial.

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