CAMBIO DE FORMATO Y AVISO PARA LOS LECTORES
Este Capítulo 3 es la continuación del anterior Capítulo 2 titulado “HALCONES HERIDOS”. Por motivos simplemente de tiempo y de circunstancias debidas a la exhaustiva base de datos e información que se están acumulando en mi block de notas a la par que en mis circuitos cerebrales, tengo que poner en vuestro conocimiento que la publicación semanal de mis CRÓNICAS ENTRE REJAS, no pueden seguir mencionando cronológicamente el día a día en formato similar a la descripción de un diario personal.Por consiguiente, a partir del próximo Capítulo 4 mis CRÓNICAS serán relatadas mencionando solamente la fecha en la que han sido escritas, e intentaré subir a las redes sociales dos o tres Capítulos cada semana.
Y ahora si os apetece, vayamos al grano.
Lunes 3 de Octubre de 2016 9 horas.
Cuando me dirijo a abrir la biblioteca observo que los internos del C.I.S. Victoria Kent se han puesto el mono de trabajo y están en pie de guerra, acarreando cubos y fregonas, escobas, recogedores y un sinfín de variopintos utensilios para realizar una limpieza a fondo.
Según veo, la nota de la Jefatura de Servicios instando a una limpieza general y posterior revisión, está surtiendo efecto por temor a un posible Parte negativo y sus consecuencias.
Módulos, celdas, escaleras, pasillos y patios, bien podrían parecer un plató cinematográfico con decorados simulando el interior, los camarotes y el puente de mando de un buque de la Royal Navy en plenas maniobras navales y con la tripulación en estado de zafarrancho de combate.
Me digo que sólo les falta el chaleco salvavidas y el casco reglamentario.
-Oye Cocoloco, ¿dónde coño has dejado el casco? – le pregunto en plan de coña marinera a un fornido caribeño.
Creo que ni siquiera me ha oído. “Halcón Cocoloco” anda el hombre con la mirada perdida, mocho en mano, fregando cien veces el mismo metro cuadrado de baldosas. Cocoloco sólo piensa en su terruño caribeño preñado de palmeras cocoteras. Y también piensa en su mujer preñada de nuevo con otro hijo bastardo en sus entrañas, violada frecuentemente por Don Cosme, el dueño del terruño y único gallo dominante en toda la comarca.
De repente “Halcón Cocoloco” me mira fijamente, suelta la fregona y escupe con desprecio sobre el metro cuadrado que de tanto darle con el mocho, reluce más que una patena.
-¿Sabes lo que tengo pensado para cuando me larguen de aquí, Papi?
-Ni puñetera idea, tío,…cualquier chorrada,…seguro que te metes en el primer bareto y te pones ciego de ron.
-No Papi, no…Me voy a poner siego de sangre y voy haser que Don Cosme se reúna con su hermano Don Damián.
-¿Quién es Don Damián?
- Mejor me dises quién era Don Damián,…que ahorita ya no es nadie. Ahorita sólo es un cadáver pendejo que no lo quiere ni la tierra que lo cubrió, porque en la última temblaera que sacudió mi tierra, la misma tierra lo escupió a la superfisie.
-Querrás decir en el último terremoto…
-Dilo como te salga los huevos, Papi…¿y sabes que pasó cuando su familia acudió a enterrarle de nuevo?....Que le faltaba la cabesa….
-¿Y porque le faltaba la cabeza?
-¡ Pos por eso, carajo! – saltó Cocoloco – Que murió por causa de una ejecusión y el ejecutor se quedó con la cabesa para dársela de comer a los caimanes,….Así me lo contó mi mamasita hase ya muchos años, en una carta que le escribió el cura de nuestra aldea.
-¿Y se supo quién le cortó la cabeza al tal Damián?
Cocoloco esbozó una leve sonrisa mirándome con un gesto de fingida ignorancia.
-Seguro que yo no fui – respondió con prontitud riendo abiertamente – Que en aquellos tiempos yo ya cumplía condena en la prisión de Topas en Salamanca.
-Y si ahorita me ofreses un sigarrillo, te cuento el resto – añadió.
-Toma el truja y sigue.
“Halcón Cocoloco” aspiró la primera y segunda calada con frenesí. La tercera fue con delectación. Hacía dos días que nadie le ofrecía un cigarrillo y en una cárcel existen principalmente dos elementos de trueque: los cigarrillos y los bolígrafos. Con el rancho y la comida no se negocia. Se la ofrecen de unos a otros sin pedir nada a cambio.
-Don Cosme fue el causante de que yo esté aquí – prosiguió Cocoloco apurando la colilla – Me facturó a la Madre Patria con cuatro kilos de coca camuflada en el forro de mi valija, y a mi llegada me casaron en el aeropuerto.
-¿Y cuánta pasta te dieron por el transporte?
-¿Pasta?....
-Plata, joder,..
-Sólo me entregó un boleto de ida y vuelta más sincuenta dólares para gastos de viático, pero me prometió que a mi regreso resibiría mil quinientos dólares y setesientos metros de tierra cuajaítos de palmeras cocoteras.
-¿Y ahora cuánto te queda para cumplir condena?
Cocoloco simuló una sonrisa de resignación.
-Seis años pasan rápidos, Papi – musitó Cocoloco con sus ojos clavados en la fregona – y además el tiempo que me queda me ayuda día a día a pensar en mi futuro y también en saborear mi vengansa.
-No me seas capullo, Cocoloco,…A ver si cuando seas libre y regreses a tu terruño te vuelves a meter en líos, te trincan en una de sus prisiones y no vuelves a ver la luz del sol el resto de tu vida. Ten en cuenta que aquí estás en un hotel de cinco estrellas si lo comparamos a la mierda de prisiones que tenéis en tu país.
-Es que mi vengansa no sólo va a ser por todos los años de prisión que me estoy comiendo en España, que por esos ya pagó Don Damián…que va a ser por algo más…algo mucho más chungo, como desis acá en España…
-Ninguna venganza merece volver a la trena, Cocoloco.
-La mía sí.
-Tú verás lo que haces.
-Don Cosme ha forsado a mi mujer muchas veses y yo soy el padre de dos de sus bastardos,…Y lo que es más grave,…también forsó a una de mis hijitas, un sielo de niña que entonses sólo tenía trese añitos y malparió. Después se hiso puta y comensó a picarse en vena y ahorita nadie sabe dónde anda malviviendo….
No supe qué contestar. Me quedé sin palabras, como mudo ante la magnitud y el dramatismo que emanaba un relato tan real como la azarosa vida de Cocoloco.
-Ahorita ya puedes escribir mi vida en esa Interné de los cojones, Papi…Pero para mí no solisites un puesto de trabajo, que yo no pienso dar palo para luego resibir permisos de salida, porqué ¿dónde carajo iba a ir yo aquí en Madrid, si no tengo a nadie?....
-Si quieres – añadió – pon mi nombre, apellidos y lugar de nasimiento.
-No pienso hacerlo.
-¿Pero publicarás toíto que te conté?
-Si tú lo quieres así lo haré, Cocoloco – respondí con la voz quebrada.
-Pos adelante, y diles que yo también soy uno de tus compañeros de vuelo y otro de tus Halcones Heridos, no te olvides de eso, Papi….
-No me olvidaré, te lo aseguro “Halcón Cocoloco”,..y toma – añadí – quédate con la cajetilla de cigarrillos, que quiero dejar de fumar…
Según se dice, los ojos de cada persona son el reflejo de su propia alma, su yo interno más profundo, por eso cuando ambos dimos por concluida nuestra entrevista, nos miramos fijamente escrutando nuestras facciones. Sólo entonces vi brillar dos furtivas lágrimas en los ojos de Cocoloco.
-Eres el puto amo, Papi…el puto amo…No te olvidaré nunca, peaso de Boss…
-Ni yo me olvidaré de todos vosotros nunca, nunca jamás, porque ya sois parte de mi vida y de mis sentimientos…Hasta siempre, “Halcón Cocoloco”, que Dios te guie por la buena senda….
Hoy ya no puedo dar más de mí. Emocionalmente estoy hecho polvo. Debería pasar página y narrar el siguiente día, pero creo que como ya he dicho al principio, ya va siendo hora de cambiar la estructura de mis CRÓNICAS ENTRE REJAS.
Tengo una larga lista de “Halcones Heridos” que quieren remontar el vuelo valiéndose de las redes sociales, y yo soy su portavoz, la voz de los sin voz. Tengo ante mis ojos una larga lista de esos Halcones Heridos. Los cinco primeros que encabezan dicha lista son:
A.C. “Halcón Gorrión”, Español, de Madrid. Escritor y poeta.
“Halcón Kunta Kinte”, Africano, del África más profunda. Sin profesión.
“Halcón Capitán” Español, de Yepes, Toledo. Ex Capitán de la Marina Mercante.
“Halcón Texas”, Español, de Madrid. Estudiante. Su padre pertenece al Cuerpo de Marines USA.
“Halcón Torico”, Español, de Teruel. De profesión, Labrador.
Hoy es Viernes día 7 de Octubre, y creo que por hoy ya vale.
Cuando escribo este borrador para subirlo mañana sábado a Fecebook y otras redes, acabo de mantener una más que interesante conversación con alguien muy especial. Como es de rigor le he contado todo lo sucedido a mi entrañable amigo Carlos C. Costales https://www.facebook.com/Rebuznometro (“el del burro”, como dicen algunos y algunas)…Y se lo he contado todo de cabo a rabo, ya que ambos nos mantenemos en contacto telefónico casi a diario y entre nosotros no hay secretos.
Y como dato final:
A las 22:15 horas he recibido una buena y una mala noticia. La buena es que “oficialmente” ya pertenezco a la plantilla de internos del C.I.S Victoria Kent de Madrid. La mala es que he consultado la lista de acceso a la tan ansiada FASE TRES de la TERCERA FASE, y mi nombre todavía no figura.
Está visto que esta noche tampoco podré contactar con extraterrestres, ni participar como invitado de honor en la película de Steven Spielberg, ENCUENTROS EN LA TERCERA FASE…...Quizá el próximo jueves día 13 me concedan la tan deseada Fase….O vaya usted a saber lo que me depara el destino…
Recibid todas y todos mi solidario y siempre entrañable abrazo.
José Luis de Valero.
Esto es de mi cosecha, José Luis sabe el por qué.
Ver capítulos anteriores:
Capitulo 1º.- http://rebuznometro.blogspot.com/2016/09/las-cronicas-entre-rejas-de-jose-luis.html
Capitulo 2º.- http://rebuznometro.blogspot.com/2016/10/las-cronicas-entre-rejas-de-jose-luis.html
¡¡ Joer colega !!...Vaya que lo sé....lo del vídeo de la Lola, digo. Eres la hostia plasmando similitudes. Y aunque tú no lo quieras, sabes que te doy las gracias por subir este post "al del burro",...ya sabes de qué va el tema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esperemos que la interesada no se lo tome mal.
EliminarÁnimo amigo. Un fuerte abrazo.
Ni mucho menos,...la interesada es toda una gran dama.
EliminarUn abrazo.
Otro abrazo para ti.
ResponderEliminarGracias Draco. Seguimos en la brecha.
EliminarTriste historia la de "Cocoloco", pero me alegro de que, el contarlas al mundo, le mantenga lo suficientemente cuerdo como para aguantar la condena. Muchos ánimos y hasta la próxima.
ResponderEliminarLa vida y la declaración de Cocoloco quizá sea de las más sangrantes por su dureza. Pero sin embargo he recopilado un montón de datos de otros reclusos y existen otras narraciones que rayan el delirium tremens del esperpento y son francamente delirantes por su humor.
EliminarCuando salga el capítulo dedicado al "Halcón Capitán", un ex-capitán de la Marina Mercante española, tendréis que aguantaros el pis para no mearos de risa. Aquí en el CIS Victoria Kent hay de todo, como en la Viña del Señor.
Saludos Cordiales.
Primero dar las gracias a Carlos CC por dejar que pueda comentar aquí
ResponderEliminarHola Don José Luis es muy importante lo que haces, escuchando y a la vez dando a conocer historias de los Halcones Heridos.
Me impresionó mucho la historia de
Halcón Cocoloco, pobre hombre espero que cuando salga piense un bien y no quiera venganza, que coga a su mujer y a ésos hijos de ella que no tienen culpa de nada y se vaya a otro sitio lejos de ésa mafia, empezando una nueva vida , que aparezca su hija sana, rezaré por el y su familia
Cuidesé Don José Luis ,abrazos para todos
Como le comento a CMGASCON1, en el CIS Victoria Kent se encuentran los tipos más variopintos que puedas imaginar. O sea que no me aburro en absoluto.
EliminarRespecto a Cocoloco creo que cuando recobre su libertad volverá a las andadas, porque durante muchos años de prisión ha acumulado mucho odio en su interior. Quizá de ocurrirme a mí lo que le sucedió a él, haría caso omiso de la frase bíblica "La Venganza es Mía, dijo el Señor" e iría a degüello contra el causante del mal.
Gracias por tus buenos deseos, mi querida amiga Venus.
Recibe mi abrazo y mi profundo afecto.